¿Qué es el trance?
Cuando hablamos de «trance», muchas personas imaginan algo exótico o incluso inquietante: personas hipnotizadas, sin control, sumidas en estados misteriosos.
Pero la realidad es mucho más sencilla y mucho más cotidiana.
El trance es un estado natural de la mente, que experimentamos varias veces al día sin ser plenamente conscientes de ello. No es un estado extraño, ni peligroso, ni reservado a quienes «tienen una mente especial». Todos entramos en trance, todos los días.
🌀 Ejemplos de trance cotidiano
Piénsalo:

- Cuando conduces por una ruta conocida y, de pronto, te das cuenta de que has llegado sin recordar exactamente cómo fue el trayecto.
- Cuando estás leyendo un libro y alguien te habla, pero ni te das cuenta.
- Cuando te sumerges en una película o una canción y el resto del mundo parece desaparecer.
- Cuando te quedas «pensando en las musarañas» y el tiempo pasa sin darte cuenta.
En todos estos momentos, tu mente está en un estado de atención focalizada y absorción, con menor conciencia del entorno inmediato.
Eso es, en esencia, un trance.
🎯 ¿Qué ocurre en un trance?
Desde el punto de vista psicológico, durante el trance:
- Tu atención está intensamente concentrada en un estímulo (interno o externo).
- Tu mente crítica o analítica queda parcialmente en segundo plano.
- El inconsciente (o los procesos automáticos de la mente) están más disponibles.
- La percepción del tiempo puede alterarse.
- El cuerpo tiende a relajarse o, al menos, a desconectarse parcialmente de la actividad externa.
Es un estado flexible, en el que la mente se vuelve especialmente receptiva a nuevas ideas, imágenes, sugerencias o aprendizajes.
🌿 Trance e hipnosis: ¿qué relación tienen?
La hipnosis —tanto la clínica como la autohipnosis— utiliza precisamente este estado natural de trance de forma intencionada y guiada.
En lugar de esperar que el trance suceda por casualidad, lo inducimos voluntariamente para poder:
- Acceder a recursos internos de calma, seguridad o creatividad.
- Modificar patrones de pensamiento o conducta.
- Reprocesar experiencias emocionales difíciles.
- Fortalecer la autoestima o la autoconfianza.
- Favorecer el descanso o el manejo del dolor.
En este sentido, el trance hipnótico es un espacio de trabajo mental, donde la persona sigue siendo plenamente capaz de detener el proceso si lo desea. La idea de «perder el control» es un mito frecuente, pero equivocado: en hipnosis se trabaja con la colaboración activa de la persona.
🤔 Entonces… ¿todos podemos entrar en trance?
Sí.
Aunque la profundidad del trance y la facilidad para acceder a él pueden variar según la persona, todos tenemos la capacidad de entrar en trance porque es una función natural de nuestra mente.
La práctica de la autohipnosis, por ejemplo, permite a cualquier persona entrenar su mente para alcanzar estos estados de forma consciente y aprovecharlos en su vida diaria.
💡 El trance no es algo extraño: es un recurso
Comprender el trance como algo cotidiano, accesible y seguro permite perder el miedo y aprovechar su enorme potencial.
En consulta, en el aprendizaje, en la gestión del estrés, en la superación personal… el trance no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para facilitar el cambio, el bienestar y el crecimiento.
Si te interesa saber cómo aprender a utilizar el trance y la autohipnosis para tu propio bienestar, estaré encantada de contarte más.