Se alcanza paz no tanto cuando se han alcanzado metas, sino cuando hay equilibrio entre lo que crees que debería ser y lo que es.
Y creo que la clave de esto es la aceptación. Aceptar la realidad como es, sin enjuiciar, sin etiquetar, sin criticarla.
Sientes paz interior cuando no te juzgas, cuando no te repites continuamente que las cosas no deberían ser así sino de otra manera.
Sientes paz interior desde la honestidad de aceptar de ti y de la vida, lo que es (lo que te gusta y lo que no te gusta) sabiendo que lo haces lo mejor que puedes y sabes:
Esto es lo que hay. Esto es lo que soy. Esto es lo que tengo.