Seguramente no te sorprendes cuando oyes a otras personas decir que les estresa la navidad. Quizá seas tu una de esas personas a las que fastidia e incluso que odian la Navidad y todo este período les resulta molesto y estresante.
Aquí van algunos consejos para minimizar los inconvenientes de la Navidad, y que pases por estas Fiestas con el menor malestar posible:
Familia: Las reuniones familiares pueden generar situaciones tensas. Esto puede ocurrir porque se despiertan antiguas rivalidades, se hacen comparaciones o se recuerdan agravios. Acude a las reuniones con la intención de disfrutar, aparca las pequeñas rencillas durante unas horas, no es el momento de “arreglar” nada y te mereces pasarlo bien. Si guardas eso desde hace tiempo, ¿qué más da unas horas más? Si realmente hay algo que reivindicar o corregir, plantéate abordarlo en otro momento y de una forma meditada.
Imagínate ahora a ti mismo satisfecho al finalizar la noche porque has conseguido pasarlo bien. Imagina una reunión en armonía, recuerda buenos momentos y predisponte a poner lo mejor de ti. Vas a ser el primer beneficiario.
Tareas: Si eres la persona sobre la que recae la responsabilidad de la organización, haz una lista de las cosas que tienes que hacer, y a continuación señala aquellas que sólo tú puedes hacer y reparte el resto.
Amigos: No te puedes estirar como un chicle para llegar a todas las reuniones con los distintos grupos de amigos, incluso si las reuniones son por videollamada. ¿Por qué no proponer una fecha fuera de estas fiestas? Quizá te sorprenda la buena acogida de esta idea
Descanso: Cuando tratamos de atender a muchos asuntos a la vez (y muchas veces dedicando a ello nuestro generalmente escaso tiempo de ocio), solemos olvidarnos de nuestro propio descanso, de respetar nuestro espacio y nuestro tiempo. Por eso, asegúrate de dormir lo necesario, y reservar un tiempo para ti, para parar durante la jornada, haciendo pequeñas pausas. PAUSAS DE CALIDAD lo llamo yo. Pequeños momentos en los que paras para “sentir cómo te sientes”, para aflojar tu cuerpo si lo notas tenso, para notar el aire que respiras. Un par de minutos es suficiente. Permítete esas pequeñas paradas para hacer más fácil el camino.
¿Y tú? ¿Qué haces para no estresarte en estos días?